martes, 4 de febrero de 2020

Ser una mujer adulta feliz y punto | Estilo de Vida



La felicidad, palabra que proviene del latín felicĭtas, es un básico para subsistir. También podría ser descrita como aquello de lo que se comenta, se quiere experimentar, se vive, aquello que está pero no se sabe en dónde, o como diría la RAE aquel 'estado de grata satisfacción espiritual y física'.

Hoy me desperté optimista y decidí que quiero ser feliz, así que ¿por dónde empiezo?
Quizás cambiando malos hábitos por unos relativamente no tan malos, quizás tomando mejores decisiones, leer sobre cosas que las personas felices dicen (entre tantas, el NO es una de ellas). O mejor aún, participar en un estudio que ayude a crear hábitos que aumenten la felicidad de una manera sencilla, o también encontrar la respuesta en la ciencia.

Un reciente estudio de Harvard revela que la felicidad reside en mantener buenas relaciones de amistad. No solo nos beneficiará en nuestro estado de ánimo, sino también en nuestra salud. Aquellos 75 años de estudio revelan que nuestra vida sería más sencilla si mantenemos buenas relaciones.

Es decir, que esto de la felicidad tiene que ver con mi actitud y aptitud. Si soy inepta para hacer amistades sinceras, ya fracasé en mi búsqueda de la felicidad. No puede ser tan difícil ser buena persona y rodearme de buenas personas. No puede ser tan difícil ser desinteresado y autentico.

Hace mucho que estoy satisfecha con mi vida, pero voy a por más. En la actualidad las mujeres tenemos una esperanza de vida de 85,89 años. Aunque estoy tocando con la punta de los dedos la treintena, todavía tengo 55,89 años para ser feliz día sí... y día también.